Balance de temporada para el ECP

Termina la temporada 2008 y el ECP presenta el balance de esta dura temporada 2008: Acabamos ya la segunda temporada del proyecto ECP y es un buen momento para hacer balance de la temporada. En este 2008 hemos trabajado duro para ayudar a algunos jóvenes corredores en su desarrollo como deportistas. La intención de ECP no es más que ésa, la de poder allanar el camino hacia el profesionalismo a las jóvenes promesas que van apareciendo. La cantera es básica para el futuro de un deporte y hay muchos valores que se pierden en el camino por falta de apoyo. Nuestra intención es detectar esos valores potenciales para incluirlos en nuestras estructuras y darles los mayores y mejores recursos para que puedan explotar como corredores. En el apartado de carretera, el ECP-Aluminis Sant Jordi ha rayado a gran altura, con una gran cantidad de carreras ganadas y con la victoria en la general por equipos en la Copa de España y el sub-campeonato individual, de la mano de Eduard Prades. Pero hoy toca valorar el resultado de ese trabajo hecho en la parte destinada al mountain bike. La calidad no asegura el éxito Empezamos el año con dos de los corredores más prometedores del circuito englobados en el ECP-TAU Cerámica. Óliver Avilés emprendía su segundo año como sub-23 y todos esperábamos que se fuera afianzando en esa categoría, después de haber demostrado su calidad en la categoría junior. Problemas físicos y anímicos hicieron que el corredor de Parets del Vallés decidiera colgar la bicicleta. Un ejemplo más que la calidad no es suficiente para triunfar en un deporte y de lo difícil que es abrirse paso e ir mejorando hasta el profesionalismo. El otro integrante, el más joven de la plantilla, es Umbert Almenara. Tras correr en el 2007 en el equipo Freebike, una equipo muy ligado al del ECP-TAU Cerámica, decidimos incorporarlo a la estructura madre. Esto suponía una inversión muy importante en esfuerzo, ya que implicaba que el staff técnico estuviera presente en las dos carreras de la mañana, en vez de estar sólo focalizados en la de los élite y sub-23. Pero en ECP, la esencia son los jóvenes y creimos que la calidad de Umbert merecía ese esfuerzo. Y así ha sido. El joven corredor se ha llevado el Campeonato de España, el Open de España, el título autonómico y la Copa Catalana Internacional. Un año muy bueno que sólo podía haber mejorado en sus actuaciones internacionales. Cambios y adaptación La temporada ha sido buena, para el joven de la Bisbal de l’Empordà, aunque como él mismo comenta, “dividiría mi temporada en dos partes. La primera, de febrero a mayo, que fue para la adaptación y para solucionar problemas de todo inicio de temporada. En esta primera parte, los resultados no fueron tan buenos. En la segunda parte, de junio a octubre, todo ha ido sobre ruedas. Resumiría el global de la temporada como buena, aunque mejorable”. Las primeras carreras no fueron como se esperaban, aún así. “ Todos pensábamos que ganaría desde la primera carrera debido a los resultados del 2007, pero no fue así. Cuando las cosas no van bien es cuando coges consciencia de lo que cuesta estar delante y te hace valorar mucho más los resultados. Aún así, no me bajé del podio en ninguna carrera”. Es fácil pensar que tras su primer año en junior, donde dominó la categoría, el joven corredor gerundense se relajara, pero el afirma de manera categórica que “no fue así. Las cosas vistas desde fuera parecen sencillas y es fácil y lógico que hubiera gente que pensara que me relajé. Lo que me sucedió es que me encontraba muy cansado, y aún no sé por qué. No podía ni hacer los entrenos que me tocaban , por lo que hice una pretemporada muy corta. Además, comencé con un sistema de entrenos nuevo y todo eso afecta. Esos cambios necesitan de tiempo para ser asimilados”. Umbert tuvo que acostumbrarse a una forma de trabajo mucho más profesional y con corredores de primer nivel a los que no conocía.” La adaptación a una estructura profesional como ésta me ha llevado un periodo bastante largo. Una vez me he adaptado, todo ha ido muy bien. Pienso que el trabajo que se ha hecho ha sido muy positiva, he aprendido muchas cosas y no me ha faltado material en todo el año. Mi formación como corredor la he notado sobre todo porque ahora dispongo de un entrenador”. La necesidad de correr con los mejores Al igual que con el equipo sub-23 de carretera, el ECP-Aluminis Sant Jordi, en la estructura ECP vemos la competición internacional como una necesidad de cara a poder mejorar. En el caso de Umbert, esto era una inversión importante para poder darle opciones de competir con los mejores de su edad, además de Europeo y Mundial, donde fue seleccionado por el equipo nacional. Los resultados en las 3 Copas del Mundo a las que acudimos con él fueron, según él mismo explica, “malos, aunque la experiencia fue muy buena. El nivel físico en el que me encontraba no era ni mucho menos el esperado, además de sufrir dolores de espalda. Tenía fuerza y potencia, pero el dolor en la espalda no me permitía explotarlas. Lo malo fue que las tres pruebas eran seguidas y no tuve tiempo de solucionar los problemas y demostrar mis posibilidades”. En las citas donde representaba a la selección, Umbert no estuvo donde le correspondía, pero por temas diferentes. “Europeo y Mundial fueron dos obras de brujería para mí. Cuando tuve solucionados los problemas físicos y ya empezaba a tener buenas sensaciones, entré en un periodo donde en cada carrera tenía problemas mecánicos. Los resultados finales no son del todo válidos y no reflejan el nivel que ahí ya tenía”. A pelearse con los mayores Umbert ha empezado ya a pensar en el 2009. Hace unos días ya tomó parte en una carrera donde todas las categorías compiten a la vez y en un circuito en línea. Umbert acabó tercero, a 15 segundos de Ismael Ventura y Oriol Morata. Sus impresiones de cara a su adaptación son que “seguro que me costará aguantar el ritmo media hora más, però con un entrenamiento adecuado, todo está solucionado. No me da miedo pasar a sub-23. Estoy muy motivado con muchas ganas. A partir de ahora, la cosa ya se pone seria de verdad”. De cara a sus objetivos, Umbert quiere “coger experiencia e irme formando como corredor, demostrar lo que valgo y dejarme la piel en cada carrera, como he hecho toda mi vida. Saldrá lo que saldrá, aunque yo lucharé por ganar, como siempre, aunque tengo muy claro que no será nada fácil. Ahora tocará estar allí aprendiendo y cogiendo experiencia. Con paciencia y un trabajo bien hecho, los resultados vendrán solos”. Umbert Almenara, a sus 18 años, tiene los mismos sueños que cualquier chico que compite, “ser un buen corredor profesional de mountain bike a nivel internacional y, como cualquier deportista, llegar a las Olimpiades. Un deseo, ser Campeón del Mundo”. Sin duda, la ilusión es básica para que esos sueños puedan hacerse realidad. Desde ECP, ponemos nuestro granito de arena para ayudar a que Umbert, al igual que otros jóvenes como él, vayan avanzando en su camino hacia el profesionalismo.