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Carlos Coloma fue intervenido ayer en Logroño de la fisura de la cabeza humeral sufrida el sábado durante un entrenamiento en Heubach (Alemania), donde iba a competir el domingo con los colores de su equipo, el Wild Wolf Trek. La intervención fue un completo éxito, aunque aún no se conoce el plazo de recuperación.
Antes de la operación, el corredor manifestaba en su web que “ha sido uno de los accidentes más fuertes de mi carrera deportiva. Pensé de todo, estaba totalmente dolorido y preocupado por los numerosos cortes así como los golpes de la barbilla y la rodilla, pero parece que todo se ha quedado en algo mínimo que con unas semanas de recuperación y buena rehabilitación me devolverán a los circuitos al cien por cien”. Y es que la exploración completa a la que fue sometido descartaba otras posibles lesiones que en un primer momento debido a la violencia del golpe fueron también contempladas.
El riojano también agradecía en su página que “la verdad que estoy abrumado por tantos mensajes de apoyo, es una pena que esto venga al comienzo de la temporada, pero tengo ganas de comenzar la rehabilitación, y aun sabiendo que será un proceso lento espero estar muy pronto en la batalla para agradecer a la afición lo que me demuestran temporada a temporada, tengo mucha suerte.”