Sergio Pardilla recupera los duros instantes vividos en el día de su abandono y las buenas sensaciones vividas durante su primera Vuelta a España, en un día en el que Movistar Team quedó con sólo cuatro hombres por el abandono de Madrazo
Tras su abandono de ayer en la 17ª etapa de la Vuelta a España por culpa de la gastroenteritis que ha dejado a Movistar Team con sólo cuatro ciclistas en carrera tras la baja hoy de Ángel Madrazo -Beñat Intxausti también comenzaba a verse afectado y entraba junto a Imanol Erviti a casi veinte minutos del ganador, Gavazzi (LAM)-, el jefe de filas del equipo Sergio Pardilla emprende esta tarde el viaje de regreso hacia su Membrilla natal.
Con la tristeza por marcharse de su primera Vuelta cuando era el mejor representante del equipo -13º con el top-15 prácticamente garantizado y con opciones de entrar entre los diez mejores de la carrera-, el manchego repasa los amargos momentos vividos ayer y el balance de su primera vuelta de tres semanas entre los mejores: “La noche del martes ya comencé a encontrarme mal, no dormí bien, me dolía el estómago… pero así como otros compañeros ya se levantaron muy mal, yo fui empeorando conforme pasaba la mañana. Casi no desayuné y en el bus, justo antes de la salida, ya vi que la cosa no iba bien. En carrera no pude probar bocado y cuando bebía líquido, el estómago se me hinchaba y acababa vomitando. Llego un momento, en el primer puerto, que no podía seguir al pelotón. Me alcanzó Madrazo, que ya andaba descolgado, y más tarde Erviti, pero apenas podía ir a su rueda. Nos costó mucho volver a enlazar con el pelotón y justo cuando lohicimos, Katusha se puso a tirar y ahí ya no tenía un gramo de fuerzas”.