.jpg)
El navarro logra una gran victoria en la Vuelta a La Rioja, la décima para su escuadra en lo que va de temporada tras una enorme carrera de todo el equipo
Con poco más de tres meses de competición, Movistar Team suma ya diez victorias en su primera campaña en el pelotón. La escuadra telefónica ha logrado hoy su decimo triunfo del año de la mano de Imanol Erviti, que ha rematado el dominio de su equipo en la 51ª edición de la Vuelta a La Rioja, ronda por etapas reconvertida en prueba de un día, y disputada hoy sobre un recorrido de 198 kilómetros.
Erviti se ha impuesto en la recta de meta a los colombianos Báez y Suárez (EPM), con los que se fugaba a diez kilómetros del final y con los que mantuvo una ligera ventaja sobre un primer pelotón perseguidor en el que Andrey Amador (4º) e Iván Gutiérrez (7º) completaban el festival del equipo dirigido por José Luis Arrieta que, además de la victoria individual, se llevaba el triunfo por escuadras y el premio de los sprints especiales de la mano de Enrique Sanz. El joven navarro ha sido otro de los protagonistas del día con una fuga en la parte final -Oyarzun lo intentó también una vez alcanzado éste- que sucedía a la liderada por Javier Iriarte durante los primeros 135 kilómetros, y que ha hecho que la carrera riojana estuviera encabezada de principio a fin por un ciclista de Movistar Team.
Erviti logra a los 27 años su cuarto triunfo en profesionales (una etapa de la Vuelta a Navarra cuando todavía era amateur y dos triunfos de etapa en la Vuelta a España jalonaban hasta ahora su palmarés) y se mostraba eufórico ante su primera victoria en una prueba de un día: “Estoy contentísimo, ayer me había quedado con un poco de pena en Llodio porque cuando se hizo el corte que llegó a meta me pilló comiendo y no puede estar delante y hoy he confirmado que estaba bien. El equipo ha estado formidable y una gran parte del triunfo es suyo porque el tener siempre presencia en las fugas ha hecho que el resto pudiéramos ir tranquilos. En el puerto han arrancado los dos colombianos y he esperado hasta que quedaban 300 metros para la cima para atacar y alcanzarles al principio del descenso. La verdad es que han sido honestos y han entrado sin problemas al relevo. Llevábamos muy poca diferencia, pero con el terreno que quedaba sabía que teníamos opciones. Al final he visto que iban justos y yo conocía bien la llegada de otros años. Por eso tenía confianza en que iba a ganarles. Ahora me toca Asturias y, aunque el terreno allí es más montañoso, intentaremos aprovechar este estado de forma. Luego, si todo va bien, en principio estoy en los que pueden ir al Tour y me encantaría volver a correrlo".
