CARRETERA

Éxito en la primera y durísima Irati Xtrem

Éxito en la primera y durísima Irati Xtrem
El pasado sábado 16 de junio en Otsagabia se celebraba la primera edición de la Irati Xtrem, una marcha cicloturista marcada por la dureza de su recorrido (3.600 metros de desnivel acumulado en 128 kilómetros) y por la espectacularidad de los paisajes por los que transitaba. Si pudiese resultar demasiado dura, era uno de los miedos que tenían los organizadores, pero vista la acogida que ha tenido por parte de los cicloturistas, esta claro que estamos ante un colectivo al que le motivan los desafíos. Allí se dieron cita 440 valientes, llegados desde todas las regiones del estado, dispuestos a enfrentarse a dos verdaderos colosos: el conocido Larrau y el sorprendente Errozate. LA MARCHA El tiempo acompaño y poco más tarde de las 9 de la mañana salía de Otsagabia el amplio pelotón, con Patxi Vila, dorsal número 1 y padrino de la prueba, a la cabeza. Los cicloturistas entendieron perfectamente la filosofía de la prueba, no se trata de una marcha competitiva, el reto es acabarla y disfrutar del espectacular entorno que proporciona toda la zona del Iratí. Esto se notaría en el ambiente distendido con el que circulaba el pelotón, que por cierto duraría muy poco agrupado ya que nada más salir los puertos de Jaurrieta, Remendía y Abaurrea Alta lo fueron desgranando en mil pedazos y poniendo a cada uno en el ritmo que más le interesaba. En la fábrica de Orbaizeta estaba instalado el primer avituallamiento, había que reponer fuerzas por que empezaba lo más duro. Se ascendía el corto pero intenso puerto de Azpegui, para llegar hasta Organbide e iniciar un vertiginoso descenso que nos llevaría hasta Errozate. Artaburu-Errozate es un puerto que no van a olvidar fácil ninguno de los que lo ascendió. Desconocido para la inmensa mayoría, sorprendió por la dureza de sus rampas con tramos que llegan al 20% y muchos kilómetros por encima del 10%. De allí se bajó hasta la Muga 25 para ascender de inmediato los puertos de Surzai y Chalets de Iratí. Un rápido descenso (Bagargi) nos llevaría hasta el pueblo de Larrau desde donde se iniciaba una cronometrada que nos llevaría hasta su cima. CRONO LARRAU ZIPP La marcha era no competitiva pero para foguear ese espíritu competitivo que casi todos tenemos dentro, la organización había preparado una prueba cronometrada. Nada más y nada menos que al mítico puerto de Larrau, el mismo que recorrerán los profesionales en el Tour el próximo mes de julio. Nadie llegaba fresco a la cita con el reloj ya que aunque se hubiera rodado tranquilo, el recorrido es de los que hace mella y desgasta poco a poco. Nada menos que 356 cicloturistas decidieron desafiar a Larrau y al reloj. El esfuerzo fue duro y el viento un enemigo que añadir a la pendiente. El cuadro de honor se quedó en la zona y los 3 mejores tiempos se los repartieron entre los Valles de Salazar y Aezkoa. Javier Fernández con un tiempo de 43’25 sería el ganador seguido de Patxi Iriarte a 37 segundos y de Eñaut Otxoa a 3’55. Por categorías, Javier Fernández se impondría en la de 36 a 50 años, Rafa Ibáñez en la de mayores de 50 años, Eñaut Otxoa en la de 18 a 35 años y Mery Joe Sillaurren en damas.



A REPETIR Dura, muy dura... pero la gente acabó encantada por el recorrido y por el trato recibido. Y la verdad es que la organización estuvo a un gran nivel y eso en buena parte fue gracias al apoyo de la gente de Otsagabia y de los pueblos y valles por los que transitó la prueba, ya que se volcaron y fueron decisivos para que todo saliese bien. “ El año que viene vuelvo” era una de las frases más escuchadas y vista la repercusión en medios de comunicación y foros que ha tenido la prueba, no dudamos que para el próximo año el número de inscritos crecerá. Y es que estamos ante una marcha con una filosofía especial, que debe asentarse con fuerza en el calendario cicloturista.

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