Gama de mochilas de hidratación Abus

Cuando el verano llega y las temperaturas comienzan a subir, la hidratación durante la práctica de cualquier deporte se revela como un tema central. Si además hablamos de un esfuerzo tan marcado como el que se desarrolla encima de la bicicleta en cualquiera de sus modalidades, una buena y cómoda administración de líquidos puede repercutir en el rendimiento y en el estado físico del corredor, tanto durante la travesía como después de la misma. Una de las opciones más interesantes para solucionar este aspecto son las mochilas de hidratación, de las que Abus cuenta con una gama FR donde se incluyen cinco modelos diferentes que se adecuan a distintos tipos de prácticas, desde las marchas de un solo día a las grandes rutas. COMPACTAS, IMPERMEABLES Y COMODAS Con diferentes capacidades de carga y diseño las mochilas de hidratación de Abus presentan elementos comunes a todas ellas; así los materiales en los que están fabricadas son repelentes al agua. De esta manera mantendrá la estanqueidad en el interior si una tormenta de verano o un aguacero inesperado nos sorprende en mitad de la travesía, evitando que acabe empapado el avituallamiento, la documentación, los mapas o cualquier otra cosa que transportemos. Además se incluye un chubasquero ajustable para la propia mochila FR de modo que ni siquiera el exterior pueda llegar a mojarse. La comodidad y ergonomía es otro de los puntos fuertes de estos equipos de Abus. Se ha diseñado un sistema de rail con rejilla de separación que permite la ventilación efectiva de la espalda al mismo tiempo que consigue un ajuste perfecto con la zona dorsal del deportista. En el terreno de la seguridad la serie de bandas reflectantes con las que cuentan estas mochilas de Abus son algo de gran importancia para la prevención de accidentes cuando el ciclista circula por vías frecuentadas por vehículos a motor, una situación en la que es tan vital ver como ser visto.



DIFERENTES USOS Si bien la bolsa de líquidos de 2,5 litros es común a todas serie FR de Abus, cada una de ellas se adapta a diferentes niveles de exigencia de la práctica deportiva. La “FR 750 LT Perfomance” es la mochila para las grandes rutas. Sus medidas de 32cm de ancho, 44cm de alto y 22cm de fondo y una capacidad total de 21 litros hacen que de una forma ágil pueda transportarse en su interior multitud de elementos. Pero si lo que necesita es una bolsa aún más grande la “FR 700 Lago” es la bolsa ideal, ya que con 23,5 litros de capacidad y 30cm x 45cm x15cm de ancho, alto y fondo respectivamente es el modelo de hidratación de Abus que cuenta con mayor amplitud. Cuando se busca un equipo robusto la “FR 600 Culto” es la mochila ideal para los ciclistas expertos. Sus medida son de 25 cm de ancho, 48 de alto y un fondo de 16 cm que le conceden una capacidad de 19,5 litros. Para aquellos cicloturistas que realicen rutas más relajadas o excursiones de una sola jornada, la “FR 550LT Woodruff” o la “FR 500 Trail” cubrirán con eficacia sus necesidades de hidratación y almacenaje. Con 13 y 11,5 litros respectivamente, estos dos modelos son los más compactos de la serie con unas medidas de 25cm de ancho, 47 cm de alto y 12cm de fondo para la versión Woodruff, y de 20cm x 40cm x 10cm para la Trail. BOLSA DE LIQUIDO Todas las mochilas están equipadas con la misma bolsa de liquido de dos litros y medio y boquilla blanda con cierre de flujo automático, que resulta muy intuitiva cuando se está en marcha y no gotea después de cada uso. El rellenado se realiza a través de una amplia tapa con rosca y en general, gracias a su amplia capacidad, no necesitará más que el llenado inicial para cubrir las necesidades habituales de hidratación que se dan durante una etapa. Por su diseño y las materias empleadas no transmite sabor ni olores al agua o cualquier otro líquido que contenga y resulta muy sencilla de limpiar. Abus también dispone de un Kit especial de lavado que está compuesto por un cepillo para el depósito en general, otro extralargo especialmente adaptado al tubo y la boquilla del dispensador, y una percha de secado que evita que se peguen las caras del depósito.