El Giro de Italia llega este fin de semana a su primera gran serie de etapas de alta montaña en los Dolomitas, con tres jornadas que agrupan hasta catorce puertos y todas ellas con final en alto: Grossglockner (2.137 metros), Monte Zoncolan (1.730 metros) y Val di Fassa (1.984 metros).
La decimotercera etapa, mañana viernes, Spilimbergo-Grossglockner, con 167 kilómetros, presenta cuatro puertos puntuables, Monte Croce Carnico (1.336 metros), Galbergsattel (981), Iselbergpass (1.209) y el Kasareck (1.908), antes de llegar a la meta.
Un día después se saldrá de Linz para terminar en el temible Monte Zoncolan, pasando por el Monte Croce Comelicom (1.636), San Antonio (1.476), La Mauria (1.298) y el polémico Monte Crostis (1.982).
La tercera y última jornada antes del merecidísimo día de descanso transcurre de Conegliano a Val di Fassa, con 6.000 metros de desnivel acumulado subiendo el Piancavallo (1.290), Giau (2.236) y el Passo Fedaia o Marmolada (2.057).
Todo ello, con la posibilidad bastante cierta de que el frío, la lluvia e incluso la nieve puedan acompañar a los ciclistas.