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Euskaltel Euskadi disfruta de la primera jornada de reposo del Giro de Italia en un apacible hotel en Marina di Basto, localidad turística costera situada a 70 kilómetros de Pescara, en el este de Italia. Tras una intensa primera semana marcada por la dolorosa pérdida de Wouter Weylandt, el pelotón de la corsa rosa afronta una segunda que no reproducirá la misma tensión y nervios y que servirá de aperitivo a una última en la que los colosos montañosos dejarán la clasificación general definida.
Desde el hotel de concentración de la escuadra naranja , Igor Antón señala que "este día de reposo nos va a venir fenomenal a todos. Han sido nueve etapas de mucha tensión y nervios. También hemos superado la primera etapa de alta montaña, que siempre se hace dura. Los traslados también desgastan mucho, así que poder tener un día de calma nos va a venir muy bien para recuperar energías".
"Hago un balance positivo de esta primera parte del Giro. Son jornadas de mucha tensión en las que teníamos poco que ganar y mucho que perder. Solo debemos lamentar las caídas de Oroz, Minguez y Azanza, y afortunadamente, los tres siguen en carrera. El hecho de no haber cedido tiempo en esas jornadas me alegra, siempre es mejor no regalar tiempo, pero tampoco ha sido nada que me obsesionase. El objetivo principal era no tener ningún percance y llegar en la mejor forma a las etapas de montaña", destaca el escalador de Galdakao.
Respecto a las etapas de alta montaña, la del Etna fue "una prueba de dónde estamos cada uno en este momento. Me sorprendió el ataque tan lejano de Contador, pero cuando uno esta fuerte, tampoco tiene tantas dudas para pasar a la ofensiva. Ha llegado muy bien y ahora mismo está un punto por encima. Lleva unos cuantos años demostrando que en carreras de tres semanas es el mejor. Tras lo visto ayer, es el principal favorito, pero la carrera puede dar muchas vueltas y los esfuerzos pueden pasar factura a más de uno".
"En mi caso, realicé la subida a tope y cedí un tiempo que no me preocupa. Estoy contento con mi rendimiento porque las sensaciones han sido buenas. He notado los esfuerzos de una primera semana muy exigente. Pienso que aún mejoraré un poco y espero estar en la pelea por un triunfo de etapa. Ahora tocan tres días que habrá que salvar pero que seguro serán de mucho desgaste. Y después vendrá el verdadero infierno del Giro", finaliza Antón.