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El plan inicial era acudir a disfrutar del domingo con la familia además de andar en bici, pero lo primero finalmente no ha podido ser. Aún así y sin muchas ganas a las 8:00 partía hasta Villarcayo para encontrarme con Alvaro y Marta.
Mucha gente ya con los dorsales recogidos a mi llegada. Un poco de charleta con Trokolo sobre la disyuntiva marcha / competición. Más que nada porque hoy había parrilla de salida en donde esta era digna de cualquier competición oficial. Así lo ha decidido la organización, yo he acudido allí y por tanto, se entiende que he aceptado las normas. Fuera de esto, llegaban las 10:00 am y con un poco de demora se daba el pistoletazo de salida donde igual que puras sangres nos lanzábamos a la carrera (nunca mejor dicho). Se hacía un grupo delantero en donde un pinchazo con caída lo ha reducido. Primera entrada en los senderos y en fila de uno avanzábamos a ritmo importante estableciéndose las primeras diferencias entre unos y otros. Se notaba que la experiencia es un grado y aquellos corredores de Open tenían un punto de ventaja.
Después de coronar la primera cima, nos hemos juntado un cuarteto de Enkarterri (Trokolo, Pereda y Alvaro), del cuál me he soltado porque aparecían las primeras molestias en la rodilla y no me dejaba apretar lo suficiente para mantener el ritmo. Además quedaba mucha marcha. Más tranquilo en solitario, a pesar, de que era perjudicial por el tipo de recorrido, ideal para rodar e ir en grupo pasaba el río dirección a Bocos donde una vez coronado y cuando me he lanzado hacía abajo, he notado que la cadena se enganchaba en el eje pedalier de muy mala manera. Momento en el que he visto de forma oportuna a un aficionado hasta donde he llegado sin parar contando con que me echaría una mano sin solicitarlo como ha sido, y menos mal que cuatro ojos ven más que dos. Ello me ha supuesto perder unas cuantas posiciones, ya que habré superado los 5 minutos con facilidad en solventar la avería. Pero era solucionarlo o ir andando hasta meta. Empiezo a pensar que el material elitista que llevo en la bici no es compatible con mi forma de pilotar porque no consigo hacer una salida sin alguna anécdota al respecto.
Nuevo pase por Mozares donde se juntaban los recorridos largo y corto, y por pistas hasta meta para tiempo de 2:09 en 47 kms. Como anécdotas, que me he pasado tres veces las entradas a los diferentes caminos teniendo que echar el pie a tierra, el paso por el río que cubría considerablemente y en donde no veía por donde había que ir y que cada vez me encuentro más cómodo bajando.
Respecto a la organización, en general hay que darles una nota muy positiva. Recorrido bien marcado, mucha gente en cruces y recorrido muy bonito.
