MTB El checo Tomas Trunschka recupera el liderazgo

Ironbike: Ventura pierde el mallot de líder

Ironbike: Ventura pierde el mallot de líder

Esta quinta etapa prometía emoción y la ha dado. Ismael Ventura, de Bicis Esteve, y Tomas Trunschka partían con sólo cien puntos a favor del español en la general. El recorrido incluía 2km bajo tierra por el interior de una mina a oscuras y el descenso del mayor fuerte de Italia, 4.000 escalones para superar más de 400m de desnivel, en una especial cronometrada de coeficiente dos, y más de 90km de recorrido a superar en menos de nueve horas. Todo un reto mental y físico como viene siendo habitual en el Iron Bike.

La jornada ha empezado con vuvuzella a las 5 de la mañana y salida a las 6.30h en orden inverso de la clasificación. Caras de sueño y una línea de tres mallots blancos que daba gusto ver: Ismael Ventura de Bicis Esteve, Núria Lauco de Tribike y Pere Sánchez de C.C. Pla de l Estany. A su lado Albert Roca, de Buff Thermo Cool, pensando que si hubiera venido de pareja con David Rovira, como era la idea en un principio, todos los mallots del día serían paisanos -Albert va 5º de la general y David está en tan buena forma como él.

Los primeros 25 km subida al Colle Lazzarà -1.600m de altitud-, descenso de 900 de desnivel y subida de nuevo de 500m para internarse en la novedad de este año: una mina de talco aún en activo, donde había que hacer 2km de túneles a oscuras -las luces de los túneles se han apagado para dar el toque Iron al descenso-,y a la entrada se iniciaba la primera crono de la jornada. Las caras de todos al salir eran de alucine, de no creerse lo que acababan de hacer, con una sonrisa de oreja a oreja. Ángel Medina, del equipo PratBike, nos contaba al salir que "iba cantando la canción de Indiana Jones en el Templo Maldito, sólo faltaba que la vagoneta nos persiguiera". Pero ni la etapa ni la especial acababan ahí. Fuera chaquetas y frontales y listos para subir el primer puerto duro de la jornada, el Colle Roccias de 2.140m de altura -1.200m de desnivel- y bajar a 1.565 para llegar al control de la crono.

¿Si es una carrera de bici cómo puede ser que me ganen andando?"En el puerto, los últimos 300m de desnivel había que hacerlos andando, y yo no puedo andar. A los checos les va mejor. Hasta ahí les había sacado cinco minutos y al volver a subirme a la bici, a medio descenso, ya me habían sacado tres de ventaja", nos cuenta Ventura, desanimado mientras le dan un masaje. "Yo iba hablando sólo y diciéndome, ¿si es una carrera de bici cómo puede ser que me ganen andando?". Pero así ha sido, al final de la especial Trunschka y Sibl le habían sacado tres minutos al español. 

Detrás suyo Albert Roca iba lidiando para sacarle tiempo a Alessandro Rostgano, y aunque éste ha pinchado casi al final de la especial no ha sido suficiente. El italiano, que ya es un veterano de las Iron, ha hinchado el neumático y ha acabado los metros que le quedaban hasta pasar el control de la crono para luego, ya tranquilamente, reparar el pinchazo. 

Después, 17km de enlace con una subida al Rifugio Selleries a 2.047m y descenso a la entrada superior del Forte Fenestrelle. Este fuerte es uno de los símbolos de la zona de Turín. Está construido en una cresta de 400m de desnivel y consiste en una serie de pequeñas fortalezas unidas entre si por un túnel de 4.000 escalones -no hay dos iguales, dicho sea de paso- que son los que han bajado los corredores del Iron, unos con la tripa pegada al trasero del sillín y otros directamente a pie: hay curvas, tramos cubiertos y tramos descubiertos, escalones medio rotos... En definitiva, todo un reto a la altura del Iron. Todo el tramo de escaleras era además una cronometrada de coeficiente dos para darle más emoción. Ventura y Trunschka han salido con pocos minutos de diferencia y han llegado igual así que ahí las clasificaciones no se han movido, aunque el checo ha puesto mal el pie en un apoyo y se ha hecho daño en el tobillo por lo que ha tenido que bajar los últimos 10m a pie. 

Por su parte, la catalana Núria Lauco, de Tribike, ha empezado las escaleras preocupada por sus rodillas porque lleva días algo tocada. Pero para sorpresa suya, según nos contaba en el avituallamiento posterior, las ha podido hacer sin resentirse demasiado. Igual le ha pasado al italiano Luca Rostagno que las ha empezado "pianissimo" para no forzar el codo, que aún está recuperando de una lesión, y que en meta nos ha dicho que las había hecho sin más. 

Él que ha batido un record de jugársela -y le ha salido medio mal- ha sido el catalán Ángel Medina, de Pratbike. "Depués del avituallameinto, en la última subida he empezado a notar que el cambio hacía cosas raras y a la entrada del Forte se ha roto del todo", nos contaba tranquilo a la llegada. Increíblemente se ha montado y con el cambio colgando ha empezado a bajar los escalones. "A la mitad me encontrado un fotógrafo que me ha dado un trozo de alambre, he sujetado el cambio y he seguido, al llegar abajo he pensado que aguantaría y no me parado en los mecánicos, pero 2km después se ha roto y he tenido que hacer los 13 que quedaban a pie", por si fuera poco el chico del Prat se ha perdido casi en la llegada y ha hecho dos km de más. Un mal día lo tiene cualquiera, y si no que se lo pregunte al canario Moi, que hoy ha pinchado cuatro veces la rueda y ha tenido que ir pidiendo cámaras prestadas a los compatriotas que pasaban.

Al acabar el recorrido de hoy, una opción de restar puntos subiendo lo más alto posible al trampolín Olímpico de Pragelato, una prueba más en la que Tomas Trunschka ha superado a Ismael Ventura sacándole otros cien puntos en la general. 

Trunschka mallot blanco de nuevo, y a ver qué sorpresas nos trae la subida al Chaperbon -3.120 de altitud y para los corredores un desnivel de casi 2000m- si el tiempo y las autoridades francesas permiten que se haga el ascenso.

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