Bauke Mollema fue una de las revelaciones del pasado Tour de Francia 2013, en esta Vuelta estaba pasando desapercibido pero ayer en Burgos quido dejar constancia de la gran clase que atesora en sus piernas.
El ciclista del Belkin sorprendió a todos atacando de lejos en una recta que invitaba a un final al sprint. Atacó desde lejos y nadie salió a su rueda así que se adjudicó la victoria en solitario dejando a los sprinters con las ganas de poder disputar la victoria.
Antes de eso, la etapa estuvo marcada por los abanicos, a falta de 30 kilómetros para meta el viento hizo acto de presencia y aparecieron los nervios que partieron el pelotón en tres. Los más perjudicados fueron Pinot y Pozzovivo que se quedaron cortados.
Nuevamente una etapa que parecía tranquila puso a prueba a los corredores, no hay descanso en esta Vuelta a España que hoy afronta otra dura prueba con la la exigente subida a Peña Cabarga (1ª; 6 km al 9 2%) tras 187 km y cuatro puertos puntuables.