El Comité Directivo de la UCI ha aprobado la modificación de sus reglamentos con el fin de prohibir y sancionar el uso de inyecciones de medicamentos (u otras sustancias), sin una indicación médica clara. Esta iniciativa, llamada "No Needle Policy” o Ninguna Política de Aguja", concreta la voluntad de la UCI de proteger la salud de los corredores, mantener la igualdad de oportunidades y de luchar contra el dopaje.
El Reglamento de la UCI prohíbe desde ahora las inyecciones de medicamentos u otras sustancias, sin una indicación médica, que tengan el objetivo de mejorar artificialmente el rendimiento o la recuperación (vitaminas, azúcares, enzimas, aminoácidos, antioxidantes...). Esta medida pretende, por encima de todo, proteger la salud de los corredores y contribuir a la erradicación del dopaje mediante la limitación de una práctica de la que se abusa a menudo. De esta forma, al prohibir las inyecciones y el establecimiento de sanciones correspondientes, la UCI está buscando en particular:
- Eliminar la perfusión y la inyección sin indicación médica ya que representan una puerta abierta para el dopaje
- Fomentar la recuperación física natural, rechazando el principio del recurso automático a las inyecciones
- Proporcionar a los médicos los medios para resistir la presión de los corredores o de su entorno que reclaman un tratamiento injustificado, a fin de permitirles respetar el punto 6.3 del Código Médico del Movimiento Olímpico: "Los cuidadores de los deportistas (...) deberían abstenerse de realizar cualquier intervención que no sea por indicación médica, incluso a petición de los atletas, su entorno o de otro profesional de la salud (...)".
El incumplimiento de esta nueva normativa dará lugar a sanciones para el corredor, el médico del equipo o incluso el equipo.
La prohibición del uso de las inyecciones es el resultado de los debates llevados a cabo en noviembre en el seno de la Comisión Médica de la UCI y es fruto de la colaboración con la Federación Internacional de Asociaciones de Remo (FISA).
La UCI presentó "Ninguna Política de Aguja" a los médicos de los equipos el 4 de marzo, el día antes del inicio de la París-Niza. La UCI ha tratado de introducir la prohibición del uso de inyecciones antes del inicio del Giro de Italia que comienza el 7 de mayo.