El Xacobeo Galicia pasa el segundo día de descanso de la Vuelta en la localidad vallisoletana de Quintanilla de Onésimo, a la espera de la contrarreloj de 46 kilómetros prevista en la decimoséptima etapa de la Vuelta a España, con comienzo y final en Peñafiel. Los ciclistas salieron por la mañana a reconocer el circuito, que presenta un trazado muy llano, con grandes rectas, adecuado para grandes rodadores. El viento, de levantarse, podría ser la mayor dificultad.
Cuatro ciclistas utilizaron en esta suave sesión de entrenamiento la bicicleta de contrarreloj. Son los que mañana van a salir a disputar: Ezequiel Mosquera y David García, que tendrán que defender sus posiciones en la general, y los especialistas Gustavo C. Veloso y Vladimir Isaychev. Al primero de ellos, cuarto en el campeonato de España de contrarreloj, se le presenta la opción de entrar en la selección para el Mundial.
Los otros cinco (Serafín Martínez, Gonzalo Rabuñal, Delio Fernández, Marcos García y Gustavo Rodríguez) rodaron sobre la bicicleta convencional, porque su objetivo será cumplir el trámite con decoro y ahorrar fuerzas para las jornadas finales.
El Xacobeo Galicia llega a la contrarreloj en una situación difícilmente soñada, con Ezequiel Mosquera instalado en el podio, a sólo 53 segundos del liderato, y David García décimo. El ciclista de Marín, con Mikel Nieve y Purito Rodríguez, seguramente fue quien más rendimiento le sacó a la etapa reina, confirmando, en una jornada muy dura, su alto rendimiento en la montaña y un estado de forma que pide a gritos una plaza en la selección para el Mundial.
Por equipos, la formación que dirige Álvaro Pino ha ido remontando posiciones en las últimas jornadas y se sitúa ya tercera, a pesar de que su apuesta prioritaria viene siendo la general. Queda claro que la victoria en esta clasificación en 2009 no fue una casualidad.
No se le puede pedir más a un equipo modesto, cuyo futuro aún hoy está equidistante entre al continuidad y la desaparición, por más que las últimas noticias sean bien optimistas. Otra cosa es que la ambición deportiva siempre lleve a intentar dar un paso más, sin mirar a presupuestos ni a medios.
En esa pelea de aspirar a lo máximo está el equipo en estos momentos, porque opciones todavía hay. Esa ambición es la que lo ha caracterizado desde su nacimiento, fundamentalmente, en su competición más señalada de la temporada, la Vuelta.