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Ezequiel Mosquera se ha decidido a ir abiertamente por la Vuelta a España. Eligió el día menos propicio para él, pero las grandes empresas muchas veces no dejan opción. Aconteció en los 46 kilómetros contrarreloj de la decimoséptima etapa, con salida y meta en Peñafiel (Valladolid), sobre un recorrido completamente plano y en una jornada bastante calurosa. El ciclista del Xacobeo Galicia acabó la jornada en el segundo puesto de la general, a tan sólo 38 del liderato, que recuperó Nibali (Liquigas).
La contrarreloj podía sentenciar definitivamente la Vuelta o apretarla un poco más, e hizo esto último, aunque la pugna por la victoria final parece reducida ya a un duelo entre Vicenzo Nibali y el ciclista del Xacobeo Galicia Ezequiel Mosquera, que se tendrá que dirimir el próximo sábado en La Bola del Mundo (Navacerrada).
Con una separación de tres minutos salieron los tres primeros de la general, por orden inverso a la clasificación: Ezequiel Mosquera, Vicenzo Nibali y el ciclista del Katusha Joaquín Rodríguez, líder de la carrera.
Las primeras referencias en el kilómetro 15 del recorrido marcaban 2 segundos de ventaja de Nibali sobre Moquera y de 1-18 de éste sobre Joaquín Rodríguez. La situación con respecto al ciclista del Katusha parecía ir poniéndose bastante favorable, aunque la ventaja de partida del líder era de 53 segundos. Las diferencias entre ambos estaban, por lo tanto, todavía muy apretadas, aunque favorables ya al ciclista gallego.
La referencia con Nibali era muy buena, pero el italiano había tenido un pinchazo. El cambio de bicicleta dejó entrever bastantes nervios. Había que esperar, por tanto, al segundo punto de cronometraje intermedio, situado en el kilómetro 31 del recorrido, para sacar conclusiones más determinantes.
Esta nueva referencia trajo grandes noticias para el Xacobeo Galicia. Nibali superaba en sólo 12 segundos a Ezequiel Mosquera; es decir, le había quitado 10 en 16 kilómetros; y el bravo Joaquín Rodríguez definitivamente se iba alejando de la lucha por la Vuelta, al perder 2-42 con el ciclista de Teo y 12 segundos más con el italiano. El pupilo de Álvaro Pino rodaba muy pegado a la línea blanca del lateral de la carretera, como quien va por un raíl. Transmitía confianza.
Había que refrendar los buenos datos en meta, 15 kilómetros después, para poder asistir a una gran jornada para el Xacobeo Galicia y para el ciclismo gallego. Y las pautas de toda la contrarreloj se mantuvieron también en este tercio final del recorrido. Nibali sacó en la línea de llegada 18 segundos a Ezequiel Mosquera, ¡sólo 6 en los últimos 15 kilómetros! Uno y otro ocuparon los puestos 15 y 19, respectivamente, en la etapa.
A Joaquín Rodríguez la distancia, en una modalidad y un terreno que no es el suyo, se le hacía definitivamente muy larga, y acababa en el puesto 105, a casi cuarto minutos de Ezequiel Mosquera (3-59) y alejado de las posiciones de podio, en la quinta plaza.
La etapa la ganó Peter Velits (HTC – Columbia), superando a Menchov en 12 segundos y a Cancellara (Saxo Bank) en 37, que marcó los mejores tiempos en todos los puntos intermedios. El suizo había salido de los primeros, sin referencias.
Ezequiel Mosquera marcó el mejor tiempo del equipo, y eso da también una idea de la gran contrarreloj que realizó, por delante de Gustavo C. Veloso (vigésimo segundo) e Isaychev (vigésimo octavo).
David García, que pinchó nada más lanzarse por la rampa de salida, fue el cuarto corredor del equipo gallego, pero como era previsible, no pudo defender la décima posición ante el campeón de España de contrarreloj, Luis León Sánchez, y se sitúa en la undécima plaza de la general, en cualquier caso, excelente.
En el equipo Xacobeo Galicia, tras la llegada del último corredor a meta, se vivieron momentos de gran emoción, intensificado por los múltiples mensajes de felicitación que llegan a través de todos los medios posibles.
El objetivo era llegar a La Bola del Mundo, el próximo sábado, con opciones de victoria, para en ese magnífico escenario poder entablar una batalla deportiva noble pero intensa, con todo el corazón y todo el alma, como se merecen la afición al ciclismo y la propia Vuelta. Y en esas esta Ezequiel y todo el equipo.
