Solo el sprint desesperado del británico Simon Yates en la última vuelta, traducido en una tercera posición, desplazaba a Eloy Teruel del liderato que llevó durante buena parte de la carrera, teniéndose que conformar con el subcampeonato del mundo de puntuación.
Un resultado excelente, pero seguro que sabe a muy poco dado el magnífico comportamiento del murciano que dominó la carrera en todo momento, que hubiera sido un merecidísimo campeón del mundo, aunque no hay que menospreciar al británico que peleó hasta el final.
35 puntos para Yates, 34 para Teruel y 30 para el ruso Kirill Sveshnikov, que en el último sprint desempataba y dejaba fuera al checo Milan Kadlec, otro de los protagonistas del día.
Tras una primera parte de carrera en la que se endureció bastante el ritmo, como Teruel quería, y en la que el murciano fue sumando puntito a puntito, era a mitad de la misma cuando se formaba la ‘escapada buena’ con los tres ciclistas que ocuparían el podio, el mencionado Kadlec, que pasaba a liderar la prueba, y el suizo Stefan Kueng. Eso si, destacar que Teruel había sido relegado en el cuarto sprint, en una decisión rigurosa, que, como veríamos después, cambió el desenlace de la prueba.
Fue en el décimo sprint cuando Teruel sumó los puntos necesarios para pasar a liderar la puntuación, cabeza que ya no dejaría hasta ese fatídico último sprint. El de Movistar fue aumentando poco a poco su ventaja e incluso intentó meterse en otra escapada para ganar una segunda vuelta que le hubiera dado toda la tranquilidad.
Desgraciadamente el que se metió por delante fue Yates, en una fuga con otros cinco corredores en las últimas 25 vueltas. El británico se colocó a un solo punto al ganar el penúltimo sprint (34 a 33), aunque la fuga era neutralizada a falta de seis vueltas. El peligro parecía neutralizado, pero Yates se metió en ese último sprint y Teruel no, lo que a la postre le daría el título.
“Mi objetivo era la medalla”
“No puedo estar descontento, porque mi objetivo era la medalla, aunque haya tenido el oro tan cerca”, comentaba el ya subcampeón del mundo. “Pienso que me ha afectado más la descalificación en ese cuarto sprint, ya que con esos puntos habría ganado sin problemas. No lo entiendo, pero no le doy más vueltas. Ha sido la carrera que quería y aunque me han vigilado, me he sentido bien en todo momento”. Sobre ese último sprint, nos decía que “no soy sprinter y el inglés ha llegado más fresco. Además la gente se estaba colocando para esa llegada y me ha sido imposible meterme”.
Sobre el desarrollo de la prueba, Teruel añadía que la clave pudo estar también en esa segunda vuelta que no llegaron a coger. “Por detrás había más colaboración por cazarnos que la que teníamos delante, incluso con gente que no estaba directamente implicada. Es algo que siempre sucede en la puntuación”.
De esta forma, el balance del de Movistar es excelente en la puntuación, “ya que en dos Mundiales que he corrido he terminado cuarto y segundo. No entiendo por qué no he participado más en esta prueba”. Una puntuación que puede ser nuevamente olímpica en Río, lo que es un aliciente para el corredor. “Siempre que me llamen, vendré con la selección, ya que Movistar me ha dado todas las facilidades. Pienso que son dos disciplinas compatibles y que sería bueno que más corredores vinieran a los velódromos”
Teruel ya ha terminado su Mundial con un excelente balance. “Me gustaría destacar esa cuarta plaza en la persecución por equipos, porque había gente que no daba un duro por nosotros”, a la vez que expresa sus reivindicaciones. “A ver si hay más dinero para la pista porque se demuestra que con inversión hay resultados. Las becas son fundamentales y me sabe muy mal que corredores como Torres o Muntaner puedan quedarse fuera por sus lesiones y por participar en pruebas no olímpicas, cuando siempre han estado ahí”. Finalmente Teruel señala que “Escuredo ha creado un gran ambiente en el grupo, hay menos tensión y eso se nota a la hora de rendir”.