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Alberto Contador terminó la sexta etapa del Tour de Francia con buenas sensaciones, tras dejarse ver delante del pelotón en la última pequeña subida antes de meta. Después de haber sufrido una aparatosa caída el día anterior y tomar la salida con heridas a lo largo de todo el lado derecho de su cuerpo, el líder del Saxo Bank-Sungard superó otra jornada llena de peligros. “Estoy muy contento porque he salvado el día”, dijo Alberto.
Contador dijo que le había “costado un poco empezar la etapa, pero una vez ahí, las sensaciones han sido bastante buenas. Ha sido peligroso, porque ha habido un momento en que prácticamente nos e veía de cómo llovía, y al final, alguna piedra o algo ha entrado en el rodamiento de la rueda y he preferido cambiar de bici. Para asegurar, primero cogí la de Dani Navarro y luego la segunda mía. Por último, en meta, he estado atento sobre todo para no perder tiempo”.
Alberto dijo que no había sufrido muchos dolores a causa de sus heridas. “Dolores he tenido como todo el mundo, pero de piernas”. Y reconoció que lo que más le había costado fue “la primera parte de la etapa, porque te levantas magullado por todas partes, súper incómodo y al principio las heridas están secas. Eso es lo peor, pero en los últimos kilómetros en lo que menos pensaba era en eso, sino en intentar librarme de las caídas, porque estaba peligroso”.
Al final, incluso se dejó ver delante del pelotón. “He visto arrancar a Voeckler, pero no he querido probar al final porque no he tenido piernas suficientes como para poder llegar. Entré muy mal colocado en la curva de debajo de la subida y he tenido que remontar el pelotón entero. No tenía tantas fuerzas y tampoco era una llegada para mí. Lo mejor era estar tranquilo ahí”.
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