“Iba de los quince primeros y ni siquiera toque el freno. Resbalé en una curva, con otros corredores, y me he raspado el culo y tengo una herida en el gemelo causada por los dientes de un plato. No es muy profunda, nada preocupante”, comenta.
Rojas cuenta que “cada 300 o 400 metros había una curva y en cada curva se iban un puñado al suelo. Debió ser que algún camión había soltado aceite, porque era mucha la cantidad y durante un buen tramo”.
Más que la caída, lo que lamenta el de Cieza es la ocasión perdida, “porque me encuentro muy bien y hoy era una buena llegada para mí”. “Bueno, a ver si mañana tengo más suerte en el pavés”, termina diciendo con cierto optimismo.