Vuelta 2005: Petacchi repite triunfo al sprint

En una jornada con mucho público, calor y un emocionante y apretado final en forma de llegada masiva La de hoy era la etapa más larga de la presente edición de la Vuelta a España. Igual que ayer, se iba a vivir un final inédito. Se llegaba a Argamasilla de Alba, lugar donde estando preso Miguel De Cervantes, se dice que comenzó a escribir la novela más importante de la historia de la literatura: el Quijote. Pese al calor, siempre presente, y a la gran distancia que se tenía que cubrir, los ciclistas no tardaron en comenzar a dar batalla y ya en el kilómetro 3 de carrera el hombre más activo de la jornada, el holandés Leon Van Bon, decidía poner tierra de por medio respecto al pelotón. Por supuesto, eso era su idea y no la del resto de los miembros del gran grupo, pero ese ataque propició que se formara un grupo de 26 en cabeza del que, tras varios ataques y contraataques, saldría la fuga de la jornada, integrada por el propio Van Bon y los franceses Christophe Edaleine, Frédéric Finot y Sébastien Joly. A consecuencia de todos los ataques vividos en el inicio de la prueba, la media de la primera hora de carrera se situaba en 43,200 kilómetros por hora, algo que era muy evidente que los ciclistas no podrían aguantar durante toda la jornada. Quizá por ello, el pelotón decidió no quemar sus naves y permitió al cuarteto de cabeza tomar una buena renta que llegó a ser de más de 13 minutos en el kilómetro 82. Por detrás, los equipos de los sprinters no estaban dispuestos a permitir que la escapada les supusiese un problema a la hora de plantear la caza así que, sin hacer grandes alardes, comenzó el trabajo de caza que acabaría por la absorción de los fugados en el kilómetro 186. Por suerte para los ciclistas, el temido viento no hizo acto de presencia en la jornada de hoy, lo que evitó muchos quebraderos de cabeza, sobre todo a los líderes de los equipos con aspiraciones en la general, ya que de haberlos habido, se tendrían que haber metido en la lucha con los interesados por la etapa, algo siempre peligroso a la hora de evitar caídas. Finalmente pasó lo casi inevitable. Fassa Bortolo montó su tren a a apenas 10 kilómetros de la línea de llegada y esperó a que su lanzador de confianza, Marco Velo, le dejara listo el sprint. Pero a punto estuvo de verse sorprendido por un Giosuè Bonomi que, tras vaciarse en los primeros metros del sprint, se vino abajo dejando el camino libre para que Petacchi consiguiera su segunda victoria consecutiva. El australiano Bradley McGee aguanta un día más el jersey oro esperando a que el próximo jueves se llegue a la primera llegada en alto en la Estación de esquí Aramón-Valdelinares. Imagen cortesía de Unipublic