Joaquim Rodríguez ya conoce el Tour. Ha tenido que esperar once años y cambiar de equipo para conseguirlo. A sus 31 años, defendiendo como líder los colores del equipo Katusha, ha debutado por fin en la carrera con la que soñaba desde que decidió ser ciclista.
Superados los Alpes, en el ecuador de la carrera, el simpático Purito se muestra satisfecho de cómo le están saliendo las cosas. “Creo que me está yendo bastante bien en mi primer Tour. Cada día que pasa estoy recuperando mejor y espero que ésa siga siendo la tónica en lo que queda de carrera”, dice el corredor catalán.
Tras la etapa reina de los Alpes, Purito ha conseguido subir al noveno puesto de la general. Ya está en el deseado top ten. “La de ayer fue una etapa durísima, por la orografía y por el calor; sobre todo es toy notando muchísimo el calor. Cualquier esfuerzo extra que haces lo pagas después. Me di cuenta el día de Morzine, que me moví un poco abajo para ver si alguno se calentaba y se venía conmigo, y luego me costó perder 40 segundos. Ayer fue al revés. Ví que iba mejor que Menchov, que Gesing y que Lepheimer, pero no hasta el punto de poder seguir a Samuel o a Contador, y decidí seguir en este grupo y perder el menos tiempo posible”, comenta.
Después de diez días de carrera, ya tiene su propia opinión sobre el Tour y puede establecer comparaciones con el Giro y la Vuelta. “El ritmo es más alto, pero tampoco muy diferente. Todas tienen su encanto. Si las disputas, cualquiera de las tres grandes es dura. Quizá la Vuelta a España es más nerviosa porque las etapas son más cortas. El Giro es quizá de las tres la que más tranquilo se va. En el Tour se va a tope desde el inicio, las etapas son más largas y todo el mundo va como loco por sacar el mínimo resultado porque todo lo que se hace aquí se multiplica por diez por el seguimiento mediático que tiene”, asegura.
Preguntado sobre qué persigue: un puesto en la general o una victoria de etapa, Rodríguez no descarta nada: “Una cosa no excluye la otra. Si luchas por el top ten algún día se te puede presentar la ocasión de disputar una etapa. Mi juego sigue siendo el mismo que traté de hacer el día de Morzine, lo que pasó es que ese día nos encontramos con un Dani Navarro impresionante, que no sólo me neutralizó a mí sino que estuvo tirando del grupo hasta dos kilómetros de meta. Yo arranqué porque pensé que él se podría abrir un poco antes y si me daban un pequeño respiro de 20 o 30 segundos podría tener opciones de ganar. No fue así y tendré que esperar a que se me presente otra oportunidad. No creo que entre en las quinielas de Andy y Alberto, porque lógicamente no estoy a su altura, pero al nivel de los demás sí creo que estoy. Con cinco minutos que llevo perdidos, no creo que ellos dos se vuelvan locos si algún día atacó a cuatro o cinco kilómetros de meta”.
Joaquim Rodríguez se muestra seguro y ambicioso. Cree que puede mejorar en lo que queda de este Tour. “No se trata de mejorar, se trata de ganar una etapa, que para mí es lo más importante. Acabar entre los diez mejores es algo que gusta, pero yo prefiero ganar una etapa; aunque repito que una cosa puede ir ligada a la otra. Como estoy ahora puedo estar ahí, no luchando por la general, porque ganar es muy complicado y tendrían que pasar mil cosas, pero terminar en un buen puesto y ganar una etapa sí creo que está a mi alcance”, añade.
Ahora espera la llegada de los Pirineos, porque según sus propias palabras son puertos que van mejor a sus cualidades. “Queda mucha carrera todavía y la montaña que hemos pasado hasta ahora no es la que mejor me va a mí. Han sido puertos de mover mucho desarrollo, que le va mejor a gente muy fuerte. A mí me van mejor los Pirineos, puertos con rampas más duras y más seguidos. Ayer fueron cuatro puertos seguidos y al final es donde mejor me estaba encontrando. Lo que a mí me mata es hacer 80 kilómetros de llano y de golpe encontrarte con un puerto, porque tardo tres o cuatro kilómetros en adaptarme al cambio de desarrlolo y de ritmo”, explica.Lo única que hecha en falta es la presencia junto a él de algún compañero de equipo cuando la carretera se empina. “Sí, ya le he dicho al equipo que necesito en el futuro un par de corredores que puedan estar conmigo en la montaña, porque en los momentos claves me encuentro un poco solo y cualquier avería o pinchazo me pueden dejar fuera de la carrera”, concluye Purito .