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El ciclocross ha vuelto a Ataun por la puerta grande, y lo ha hecho coronando a un nombre propio: Aitor Hernández (Ermua Innpulso). El ciclista vizcaíno se ha alzado con el triunfo en la Ataungo Ziklokros Proba, sumando así su sexta victoria de la presente campaña 2025-26.
Este éxito no es fruto de la casualidad, sino de un estado de forma excepcional. Tras imponerse hace apenas dos semanas en Amorebieta (Zornotzako Ziklokrosa) y rozar el podio con un cuarto puesto en Puente Viesgo, Hernández consolida un mes de diciembre impecable que le sitúa como el gran referente del barro en este tramo final del año.
Un escenario de leyenda: 66 años de espera
La cita en tierras guipuzcoanas tenía un tinte especial. Tras más de seis décadas de ausencia en el calendario (la última edición databa de hace 66 años), la organización apostó por un trazado que rescataba la esencia del ciclismo de época.
Lejos de circuitos llanos y rápidos, Ataun propuso una batalla de resistencia pura:
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Desnivel extremo: Más de 600 metros de ascenso vertical acumulado.
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Terreno mixto: Rampas de hormigón que castigaban las piernas y campas empinadas de hierba.
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Factor barro: El elemento clásico del ciclocross que aumentó la agonía en cada pedalada.
La voz del ganador: "Ciclismo de antaño"
Al cruzar la línea de meta, Aitor Hernández no ocultó la dureza de la prueba, pero también la satisfacción de ganar en un entorno con tanta solera.
"Ha sido una carrera durísima, un circuito de los de antes con un desnivel terrible. Hemos acumulado más de 600 metros verticales, con repechos de hormigón y campas muy empinadas que, junto al barro, lo han hecho muy exigente", explicaba el corredor de Ermua.
Además de lo deportivo, Hernández destacó el valor emocional del evento: "Estoy muy contento por cómo va el mes de diciembre. Ha sido muy bonito correr aquí; se notaba la gran ilusión de la gente del pueblo por recuperar la carrera después de tantos años".
Con esta victoria, el corredor del Ermua Innpulso reafirma su jerarquía y pone el broche de oro a un regreso histórico que los aficionados de Ataun tardarán en olvidar.
