Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk) pasó una jornada aciaga en su debut en la Copa del Mundo de ciclocross 2011-2012. El campeón de España quedó eliminado de la tercera cita del certamen, disputada en el arenoso y exigente circuito belga de Koksijde, a falta de tres giros para la conclusión de una prueba que se adjudicó Sven Nys (Landbouwkrediet) tras un cerrado duelo con su compatriota Kevin Pauwels (Sunweb-Revor). El malestar físico y una espectacular caída a falta de cuatro vueltas minaron las fuerzas y la moral del de Amezaga, que regresa a España mañana para pasar pruebas médicas tras inflamarse una de sus rodillas y un dedo de la mano en el aparatoso incidente.
"Estoy decepcionado. Es uno de esos días en que no sale nada", eran las primeras palabras de un Larrinaga apesadumbrado. "Me da bastante bajón este resultado, porque siento que algo está fallando y que pongo demasiadas excusas a pesar de que la suerte no esté yendo conmigo durante este año. He hecho una buena salida, en torno a los 25 primeros, pero nunca he encontrado el ritmo. Verte el 50 en carrera [NdR: la clasificación oficial le otorga el 53º puesto final], sin aliento, pasndo a pie las zonas de arena porque no había otra, y sufrir después esa caída por delante de la bici, golpeándote de lleno... si he querido llegar a meta para ser allí eliminado es por pura honradez. No podía marcharme a casa sintiendo que este circuito me había sacado".
Sin embargo y rápidamente, el discurso del zuyano cambia al pensar en su próxima carrera, el cross de Copa del Mundo en Igorre (Vizcaya) del próximo día 4, donde Larrinaga estará apoyado, más que nunca, por todo su público. "Lo primero será ver cómo está la rodilla y el dedo; ahora mismo los tengo muy hinchados, y veremos tras volver mañana a casa cómo han evolucionado y si perjudica eso mi preparación. Seguro que sentir el apoyo del público vasco y de mis fans de Amezaga me ayuda a encontrar el camino de vuelta, ese puntito de inflexión en esta temporada en que nada funciona como me gustaría".