Después de su victoria del pasado domingo en el II Trofeo Villa de Llanes, la primera en diez meses tras un desafortunado invierno 2011-2012, Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk) llega con las pilas bien cargadas al doble compromiso competitivo de este fin de semana en el Circuito Diputación de Burgos, con los crosses de Medina de Pomar (sábado 20, 16.45h) y Villarcayo (domingo 21, 13.15h).
"Son carreras que hacen especial ilusión", explica el tricampeón de España, "diferentes por el terreno y muy bonitas por la cantidad de inscritos que suele haber -se comenta que hay unos 400 previstos para este fin de semana- y porque sientes que el ciclocross empieza de verdad. En el caso de la de Medina, el horario tan tardío hace que cambies un poco las rutinas: si te levantas pronto, sales a rodar media hora por carretera, comes tranquilamente y puedes ver el circuito con calma. No es algo que me influya en absoluto".
Larrinaga ha podido entrenar bien en la semana después de su primer triunfo: "A pesar de que se preveía diluvio para hoy, hemos tenido sol todos los días y he podido hacer la carga de trabajo necesaria. Cuando el tiempo empeore y estemos más metidos en la temporada, será más complicado hacer ese trabajo duro de inicio de campaña. Es cierto que sales con otro ánimo a entrenar, aunque tengo dos cosas claras: que ya desde la primera semana veía que el nivel era el correcto, y que como dije cuando gané en Llanes, ni estás muy arriba cuando ganas ni estás hundido cuando pierdes".
"Para las carreras de Burgos dan algo de probabilidad de lluvia, y eso cambiaría el escenario de los últimos años", apunta el de Amezaga al ser preguntado por dos citas con las que tiene una cuenta pendiente. "En los últimos años, por caídas o problemas mecánicos siempre he tenido esa espina clavada, en especial con Villarcayo, donde no he ganado nunca [NdR: sí lo ha hecho en Medina, en 2009]. Si hace buen tiempo, serán carreras en grupo, apretadas hasta las últimas vueltas, y trataremos de estar atentos y buscar nuestra oportunidad".