Óscar Pereiro descansa en su casa después de haber disputado la Volta a Catalunya, donde experimentó una sensible mejora respecto a las pruebas anteriores. “La verdad es que estoy muy contento. Feliz podría ser la palabra adecuada para definir cómo me siento. He hecho una carrera siempre de menos a más, con los mejores cada día y, sobre todo, con fuerzas para atacar en momentos de verdadera dureza”, comenta el ciclista gallego.
El corredor del equipo Astana lamenta no haber podido aguantar en la etapa reina, camino de La Seu d’Urgell, cuando saltó del grupo de cabeza para enlazar con Purito Rodríguez y Xavi Tondo, pero a los que no pudo seguir. “Fue una pena. Sin los calambres que me sobrevinieron, hubiera estado disputando la etapa a Tondo y la Vuelta a Purito. Pero esto me sucede al esforzarme al máximo en una etapa de 3.000 metros de desnivel por primera vez desde hace bastante tiempo. Sin embargo, veo la parte buena: ¡quién me iba a decir hace unos meses que estaría disputando de tú a tú con los mejores del mundo una carrera de este nivel!, añade.
El vencedor del Tour 2006 levantará unos días el pie, para asimilar el trabajo de la competición, para preparar a continuación la Vuelta a Castilla y León. “Me hace una especial ilusión porque este año termina en mi tierra. Ya que la Vuelta a Galicia no se organiza, pues a disfrutar ese último día de carrera por Santiago”, concluye.