Que Lance Armstrong es un ganador nato es algo que nadie duda a estas alturas. El tejano ha aceptado sin problemas su papel de comparsa en estos últimos días en el Tour de Francia. Tras su caída, ha ido perdiendo tiempo y puesto dedicando las etapas a charlar con sus compañeros de peloton o saludar a los aficionados. Algo nuevo para un corredor acostumbrado a estar en la pelea en cada jornada.
Pero ayer el líder de RadioShack dedició que era el día de probar suerte. Se metió en la fuga buena aunque con unos duros compañeros de escapada. La victoria estaba muy cara pero Lance trabajó como el que más para atrapar al español CARlos Barredo bajo el arco de un kilómetro a meta.
Ya en el sprint, algo que no es su especialidad todas las cámaras tenían su ojo puesto en Lance, el heptacampeón podría lograr su última victoria en un Tour de Francia pero Fedrigo fue el más rápido. Al final Lance era sexto en la etapa.
Mañana etapa durísima, nadie apuesta por el americano pero veremos si su papel es de turista accidental o el de un campeón que quiere volver a pisar el podio antes de decir adios.