Imágenes: Federación de Ciclismo del Principado de Asturias
La Federación Asturiana de Ciclismo ya puede afirmar que ha dado un paso adelante en la modalidad de gravel después de celebrarse ayer el I Trofeo Gravel San Tirso de Abres, donde ocho corredores se enfundaron los primeros maillots como campeones autonómicos de esta modalidad, la cual no para de crecer en los últimos años.
La carrera constaba de 82 kilómetros de recorrido y más de 2.000 metros de desnivel positivo que llevaron a los ciclistas a cumplir tres horas de carrera. El único que bajó ese tiempo fue la gran joven promesa del ciclismo asturiano Benjamín Noval, quien fue el primero en pasar por la línea de meta y conseguir el título junior de la misma.
En la categoría élite masculina, el triunfo fue para Diego Llosa, del CS Bike. Lucía González se llevó el título en la categoría élite féminas. En máster 30, la victoria fue para Víctor Llosa del Naviego G.C. Manuel Carrelo hizo lo propio en máster 40 y Juan Manuel Toribio en máster 50, ambos del Aerodynamics Academy Cycling Team. José Manuel Pérez, Catropol Deporte C.D.B, fue el vencedor de la categoría máster 60.
Un día que supone un paso adelante para el ciclismo asturiano, que ya cuenta con una disciplina más en su calendario gracias a la colaboración entre la Federación Asturiana de Ciclismo, el Ayuntamiento de San Tirso de Abres y el Nesta Cycling Club, junto con el patrocinio de Asturias Paraiso Natural.
Lucía González: “He disfrutado mucho de la carrera, en un circuito exigente, pero con unas pistas en muy buen estado. En la primera vuelta nos hemos ido por delante Alicia y yo. La verdad que he sufrido mucho en las subidas, ya que su ritmo era muy alto. Pero estoy contenta de ir reencontrando sensaciones”.
Daniel Ania, organizador de la prueba: "Una primera edición siempre es un reto, pero creo que en términos generales la prueba ha salido muy bien , especialmente por el tiempo récord que hemos tenido para sacarla adelante. No hemos tenido ningún incidente y el feedback de los participantes ha sido muy positivo y con lecciones aprendidas para el futuro. Además hemos contado con una población local volcada con la prueba y poniendo facilidades de todo tipo para que fuera un éxito. El gravel ha llegado a Asturias para quedarse".