.jpg)
El pelotón se despide de los Pirineos para cambiar totalmente escenario en esta segunda semana de Tour. La vuelta al terreno llano debería aliviar a parte del grupo que ha llevado sus cuerpos al límite durante los duros y sucesivos ascensos a La Pierre-Saint-Martin, primero el Aspin y el Tourmalet después y el remate del Plateau de Beille.
La etapa de hoy cuenta con un recorrido de 198.5 kilómetros entre las localidades de Muret y Rodez.
Pero volver al nivel del mar no significa necesariamente que los sprinters vayan a estar en su salsa, como en la primera semana. Primero porque la visita a las provincias de Tarn y Averyron va a estar marcada por los cambios de relieve, más suaves que los de estos tres últimos días, pero que pueden causar el mismo desgaste aunque muchas ni siquiera puntúen en la clasificación de los lunares.
La meta de Rodez no es una simple línea recta, de esas que le gustan a los sprinters más potentes. Solo los más versátiles serán capaces de repartirse el pastel que espera en lo alto de una cota de 570 metros con un desnivel medio del 9,6%. Esto es de todo menos una ventaja para los pesos pesados del pelotón, en el sentido más literal del término. Los favoritos del día serán perfiles como los de John Degenkolb, Michael Matthews o Peter Sagan que todavía están esperando la oportunidad de embolsarse una primera victoria de etapa en este Tour.
fuente: letour.fr
