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Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Lizarte) cerró en Sankt Wendel su mejor temporada como ciclocrossman profesional quitándose de encima el mal fario de sus actuaciones en los Mundiales. El tricampeón de España de la especialidad finalizó 29º en la cita alemana, a cinco minutos justos del checo Zdenek Stybar, que firmó una espléndida carrera al ataque para alzarse con su segundo arcoiris consecutivo ante la oposición de Sven Nys, plata, y de Kevin Pauwels, quien “in extremis” batió al resto del grupo perseguidor para adjudicarse el bronce. Todo ello, en un trazado con mezcla de barro y hielo que se cubrió a un ritmo suicida y en el que los españoles, con un espectacular José Antonio Hermida a la cabeza (19º), cumplieron con las expectativas depositadas sobre ellos.
“Me he quitado al fin la espina del Mundial -comentaba Larrinaga pocos minutos después de cruzar la línea de meta-, a pesar de que he pinchado en la última vuelta y he perdido un par de posiciones, pero como ya dije en Igorre, seguir en este caso en el top-30 no cambia nada. He acusado el sofocón de las dos primeras vueltas, ya que los inicios en pruebas tan rápidas como estas siempre me hacen mucho daño, pero luego a partir de ahí, después de la mala salida, he podido imponer mi ritmo e ir recuperando posiciones para alcanzar los 30 primeros, que eran un objetivo razonable para mí. Me voy contento y tranquilo, pero al mismo soy consciente de que a nivel internacional todavía tengo muchas cosas que mejorar”.
Ni pista de hielo ni lodazal, el circuito de Sankt Wendel, mucho más complicado en la prueba reina que en las categorías inferiores, permitió si esta vez ver a los mejores en la carrera elite. “Ha sido un trazado complicado, con secciones muy resbaladizas como la rampa del inicio y los descensos, y quizás no me venía del todo bien, pero estoy contento con mi actuación”. Un Larrinaga que pudo contemplar, mientras luchaba por rehacerse de su salida, la enorme progresión de José Antonio Hermida hasta las posiciones de cabeza. “En general toda la selección hemos estado a gran altura: ha sido impresionante la remontada de Hermida, que ha llegado a estar entre los diez primeros pero que luego ha pinchado las dos ruedas y no ha podido rematar, y el hecho de que hayamos estado a punto de meternos los cuatro en el top-30 -ha faltado poco para que Suárez estuviese ahí- demuestra que el ciclocross en España está en alza y que nos vamos acercando a las grandes potencias”, apostilló el zuyano.
“Ha sido seguramente mi mejor temporada -comentaba para cerrar y a modo de balance el corredor vasco-. Me sigue faltando un punto más en el ámbito internacional, pero en España he podido refrendar mi dominio, tanto en el Campeonato de España como en la Copa, y he consolidado mi nivel en todos los terrenos. Ahora regresaremos a casa, nos concentraremos con el Lizarte de carretera durante tres días la próxima semana para diseñar mi plan de trabajo en ruta a partir de la primavera, y por supuesto disfrutaremos de las vacaciones y valoraremos con más calma todas las cosas para ser mejores el año que viene”.