Javier Ruiz de Larrinaga (MMR-Spiuk) llegará este domingo al Ciclocross Internacional de Igorre (Vizcaya), cuarta prueba de la Copa del Mundo UCI, aún ligeramente renqueante de las lesiones que le dejó su caída en la prueba del pasado sábado 26 en Koksijde (Bélgica). Dolorido y con inflamaciones en la rodilla y dedo meñique izquierdos que ya han remitido en su mayor parte, el alavés llega con muchas ganas de dar un giro a los sinsabores del inicio de temporada en una serie de cuatro carreras en ocho días que completan la prueba C2 de Asteasu (martes 6) y las citas de Copa de España en Puente Viesgo (jueves 8) y Alcobendas (domingo 11).
“La rodilla no deberá ser problema; es el dedo lo que aún me molesta”, explicaba el corredor de Amezaga en las horas previas a la gran cita vizcaína. ”El doctor me recomendó desinmovilizarlo ayer y aún noto algo de dolor aparte de la hinchazón que tiene. En cualquier caso, no va a ser un impedimento para correr y en carrera trataremos de olvidarlo. Igorre significa mucho para mí: es la Copa del Mundo de casa, toda la gente que me apoya estará ahí y trataremos de invertir la tendencia de mala suerte de estas últimas semanas y volver a las buenas sensaciones que tenía en el fin de semana de Hasselt y Gavere”.
“Igorre será seguro una carrera atípica. Probablemente no vaya a llover todo lo que debería en esta época del año y no será un cross clásico, de mucho barro. Con todo, seguirá siendo una prueba extraña tanto para nosotros como para los corredores internacionales del máximo nivel. Las campas son distintas que en Bélgica y Holanda, siempre vemos sorpresas en la clasificación y, aunque yo pueda pensar que esta aproximación a Igorre sea peor que la del año pasado, igual la menor dureza y otras circunstancias me benefician y puedo estar en un resultado similar al de 2010”, sostiene con buen ánimo un Larrinaga que concluyó 20º hace doce meses en dicha cita.
Con cuatro pruebas en una semana, el campeón de España espera ganar poco a poco fuerza y moral para rendir al máximo en el cierre de la Copa. “Es evidente que Murgoitio está muy fuerte, pero creo que, en las pruebas en que hemos estado la mayoría, yo era quien estaba más cerca de él. En Puente Viesgo y Alcobendas podré volver a aspirar por las victorias y ver cómo está el nivel de la competencia de cara a los retos importantes de final de año. Hemos visto un Hermida que llega con fuerza, los Aitor Hernández, David Lozano o Isaac Suárez deberían seguir ahí, y si las energías se igualan entre todos creo que veremos grandes carreras en Cantabria y Madrid”, concluye.